sábado, 20 de diciembre de 2014

FIDELIDAD A MI

Por fin un poco de espacio, para pensar, retomar, sentir, reflexionar y estar. Conmigo y con los demás.
Por fin un poco de tiempo para dormir, comer sin prisas, plantearme hacer deporte con disfrute y viajar.
Largo trimestre en el que he pasado por todos los estados posibles. Sólido, líquido y gaseoso.
Solido comienzo con días de liquidez. Liquido final con días a medio gas... y es que el comienzo antes, se ha notado.
El número de cursos y el de clientes por curso. Se ha hecho largo. Me planteo pues, empezar a dar forma en vacaciones al nuevo trimestre, para que esta vez...no nos pille el toro.

Ahora parece que con luz, se alumbrarn partes oscuras, esas que pedían espacio. Dice Helena que solo es alumbrarlas y aceptarlas, sin más...no hay que hacer nada. Pues ahí estoy, con la linterna.
Sombras de exigencia, juicio y miedos. Como todo ser humano con sus piedras en la mochila, intentando avanzar a pesar del peso. Máscaras de ningún material, para tapar aquellas sombras y por supuesto...sin efecto alguno.

Superación y entrada por la puerta grande a ahondar donde más "pica"...así se limpia  (eso dicen) y creo que este año, he limado y limpiado con mis predecesores.
Poder perdonar es una liberación, eso sí, he necesitado espacio, tiempo, coraje y conciencia. Mi regalo de Navidad es el perdón, para él-ellos y para mí.

Creo que con esto comienza una nueva etapa.
Feliz espacio interno y externo para poder compartirlo. Feliz Navidad.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

OTOÑO EN MI - Con confianza

Lucha diaria y constante. Superación tras superación. Jucio a mí, recuerdos de momentos pasados y poco espacio interno.
Mi mundo interior pide paso, a gritos. Noto que tiembla el alma, tirita, busca recovecos por donde salir, como la luz que al final siempre encuentra la manera.
Me veo y lo veo en mi vida siempre. Espacio par ti Bea, como cuando eras niña y se te hacía de noche jugando, estabas contigo. Espacio par tí Bea como cuando eras adolescente y sólo encontrabas paz en el espacio de tu habitación mirando el fondo blanco del techo y buscando ninguna forma al gotelé. Espacio como en las tardes de ribera y noches de estrellas, o como en la carrera matutina sin prisas, escuchando en la montaña el sonido del viento entre los pinos. Sólo tú sabes cómo darte paz...paz  "de la buena"

CORRE y ESCRIBE.
MEDITA
HABLA y ESCUCHA
APRENDE y ENSEÑA

Con confianza, no queda otra...

viernes, 24 de octubre de 2014

ULTRA DE GREDOS: EL VALOR DEL SILENCIO


ULTRA DE GREDOS: EL VALOR DEL SILENCIO

Desde que me enteré que habría un ultra en Gredos, supe que estaría, aunque…no se lo dije a nadie.  Maduré la idea, la asimilé y cuando me sentí preparada,  al estilo “zorrete” me apunté. Quedaba mucho, casi un año diría yo, y había otros objetivos que atender antes de encararme con este, asique pensé, de momento me apunto y…ya veremos. Tras un tiempo de silencio, (lo justo para asimilar) se lo dije a Davi, luego a Chuchi y finalmente apunte en un papel “PODIUM EN EL ULTRA”.  Lo quité de la vista, (tanto que a día de hoy no sé dónde está) pero no del pensamiento y me puse a otros menesteres.
Pasé el año mirando otros objetivos y llegó el verano sin ninguno, excepto el mantenerme entera a pesar de trabajar en mis vacaciones.  Agua de Navalguijo diaria, trote cochinero matinal y ratos pasa pensar en todo, menos en correr de más.

Final del verano y un mes y medio para preparar un ultra…puff, puff. Como dice Rubén… “se me amontona la faena”. Afortunadamente la inercia del trabajo, la constancia y la fortuna de estar con personas de gran valor, hace que algo siempre se pegue. Las tornas habían cambiado y el objetivo del Ultra era sobre todo disfrutar, correr con Chuchi, Tinín y Javi y por supuesto disfrutar.
Así las cosas, pistoletazo de salida y…comenzamos a subir. Estos meses de estrés me pedían silencio, descanso de ruido y solo quería correr, correr en silencio para escuchar mis pensamientos, esos…que no vienen de la cabeza. Correr cuesta arriba hasta que me falten  fuerzas para pensar, literalmente pensar con la cabeza.  Mi teoría es, que la sangre se la llevan los músculos y la cabeza se queda liberada, entonces solo sientes, solo corres y ahí, estás en paz…sola y en silencio, en paz. Para el caso esta vez, Chuchi y su bocina no respetaban esta paz y más bien nerviosa, sobre el kilómetro 20 se me planteó el ULTRA dilema.

Una voz, a la que en ese momento hubiese preferido no escuchar, me gritó -“vamos que vas cuarta y las tienes ahí mismo”-  “No me jodas” – pensé. “Yo a eso…no he venido”.  El papel del Pódium estaba guardado, olvidado…”¡¡¡¿Dónde estará ese dichoso papel que tanto poder tiene?”!!! “Y ahora… ¿qué hago?” Dudé hasta el km 30 notando tensión, una tensión que era solo mía y que no era justo compartir con quien solo quería disfrutar. Tomé la decisión en silencio y la compartí con Javi. “Quédate tú Javito, yo…lo voy a intentar”
Mal momento para quedarme sola, pero...ya estaba decidido.  Los Galayos desde donde estaba, aún se intuían y…tenía que visitarlos. Trepadas, resbalones, y pendiente desfavorable. Me perdía del balizaje al no levantar la vista del suelo. El lomo “doblao” y el corazón en las sienes me encendían la luz roja, pero…no iba a frenar. Ratos de descoordinación y en los últimos 100m desánimo, pero sin plantearme claudicar.

Entrada por una pequeña portilla y sin tiempo para celebrarlo, me encuentro arriba con niebla y viento. “Sorpresa” me dije sola y en voz alta. No iba a ser tan  fácil... Rato de cresteo hasta ojear La Mira y otra vez para mí y verbalizando en alto “no me jodas que hay que subir hasta allí”.
Una hilera de gente encaraba el pico, aunque afortunadamente no tocamos punto geodésico, (eso que se llevaron mis piernas). Sube, llanea, sube, llanea, sube, llanea… me prometí en la última subida y por primera vez que “Si me ponen otra en dirección al cielo, me voy a autobús y aquí hemos terminado”. Afortunadamente comenzó el llaneo y vi de lejos la que iba tercera. Terreno técnico y suelto…”si se mantiene el relieve la cojo”. A escasos metros de una nueva subida, recuperé la moral de la visita a Galayos, y olvidé la promesa anterior.

Estaba en  pódium, pero a 20km y sola… sola y en silencio. Poco a poco el terreno favorable me acercó sin saberlo a un grupo desunido y una pequeña pendiente descendente me dejó en el avituallamiento del Km 38 donde estaba un poco más cansada que yo, la  que iba segunda.
Ni paré, bebí y marché. Me dijeron que sólo quedaba Silvia y lejos. Km 45 clic de control de chip y bajada de las mías. Por primera vez me vengo arriba. Técnico, mojado, de piedra suelta y trampaleras…lo tenía que intentar. Solo pensaba en Javi y Chuchi, en Rubén, y en la meta dónde estaban Mariu y Davi. A priori la cuesta abajo se inclinaba a mi favor y de repente  y de fondo Silvia.

Paso rápida y la saludo,  parece que intuye la fuerza que he recuperado y casi ni me planta cara… A partir de ahí era sumar y restar. Sumar kilómetros, restar metros de desnivel, eso sí con más presión de la que me hubiese permitido disfutar.
Laaaaaarrga bajada, dura y técnica con algún momento de duda en las balizas. Fatiga nerviosa y muscular y mis primeras lágrimas. No me siento positiva y noto que ya…no me apetece estar allí. Mis preguntas se suceden -¿Para qué? - De verdad… ¿era necesario? - Así…No –

El orgullo tiraba de mí, tras dejarlos atrás, no podía decepcionarlos. Pensaba además que Davi, se sentiría contenta y…seguía. Despotricando de mi mala gestión de las fuerzas, me fui acercando a la meta hasta que con mucho esfuerzo conseguí entrever el pueblo y la cuesta que por la mañana nos había recibido con una buena rampa. Miré atrás y en mucho…me veía sola. Ahora sí…podía llorar. Hasta meta lloré mucho,  sola y sin hacer ruido. Con el valor del silencio.




jueves, 5 de junio de 2014

CRÓNICA DEL PROCESO: IRONMAN-IRONCAT /IRONTEAM-IRONMIND

La aventura comenzó una tarde de verano, en uno de esos días en los que estaba sin motivo, desmotivada. De repente y como si la vida me estuviera escuchando, sin hablar…encontré el motivo para dejar al menos de darlo espacio.

Abrí el facebook y encontré un mensaje de Rubén con la apertura de las inscripciones del Ironcat, y de repente…me volvió la motivación (con susto incluido) y en el lote, el recurso para estar motivada al menos otros 9 meses. Dicho y hecho, apuntada.  Sin pensarlo. Tengo que decir, que la sensación de verme inscrita ahí, fue tan poco real, que tardé varios días en decírselo a Davi. Aunque ella…creo que ya lo sabía.
Todos mis miedos, se concentraron en un reto y seguidamente y también sin quererlo, me vi inscrita en el triatlón del Aravalle. (No fui yo, lo juro).
Otra vez dicho, y otra vez hecho, y al agua. Y tarde tras tarde  en la orilla del Tormes y con la piel de gallina, me la pasaba “raneando” con más miedo que vergüenza. Comencé nadando en “las lanchas” del rio a última hora de la tarde. Ida al puente y volver. (Davi y María conmigo y bien cerquita).  Luego pasé a aventurarme a soltar la orilla, en el pantano de Santa Lucía, al que cariñosamente llamamos “La Ciénaga,” (Sonsoles y sus cosas…) J Al principio fueron 5’,  luego 10 y en al final del verano fueron de tope, 20’ (lo que tardé con Chuchi en atravesar la Ciénaga en el Triatlón del Aravalle). J Quedan 8 meses y ya me alejaba de la orilla… ¡¡esto marchaba J!!

Sin circulación en los pies y manos, no sé si del frío o del susto, pero me sentía viva. Igual…era mi nuevo camino. Y notaba que el agua…me sentaba bien. Seguimos.
Así las cosas y llegado el otoño, me planté en la piscina de Castalla, y religiosamente cada lunes y cada viernes chapoteaba allí hasta que aprendí que en un año se puede mejorar mucho, pero que no todo iba a hacerlo en éste. Para éste, fue conseguir la respiración bilateral, para el que viene… bajar de 29 brazadas en cada piscina J
Frío en mis manos muchos ratos sobre la bici, viento… días con ganas y sin ganas. Sola y acompañada, pero sobretodo acompañada en mi soledad.  Gracias Rubén, Davi, Javi, Chuchi… siempre sois los mismos.

Domingos de llegar a comer a la hora de la merienda y tener la comida hecha. ¡¡Gracias Davi!! Medias maratones que corríamos ya cansados por haber llegado en Bici. Alcoy, Santa Pola, La Font D’en Carròs, Xátiva, Yecla…de todas tengo buenos recuerdos, a pesar de que todos los momentos no fueron fáciles. ¡¡Gracias Rubén!!
Pies dormidos que despertaron en Abril, Carrasqueta va, Carrasqueta viene al menos 7 veces este año. Canalís va, Venteta vuelve, Revueltas, Tibi… Hoy a Yecla a llanear, mañana a Alicante buscando el calorcito… y al mes…vuelta a empezar. Cambio de cubiertas, que se ven los pelos de la vieja y ya se han perdido los de la nueva, creo que nunca…llegué tan lejos en Bici. Aprx. 3000km ¿hasta dónde habría ido este año?  Pues… al objetivo. Llegue a la T2

Pasico a pasico, quitaba horas del trote en la montaña, para dárselo al asfalto. Esto era cosa de los miércoles antes de ir a trabajar viendo amanecer en Onil. Luego se sumarían, el Migjorn, la Volta a la Foia, las Quilamas…¡¡Que dureza en la sierra de las Quilamas!! (Gracias otra vez  Javi y Mariu por proponer)

Javi, aun recuerdo llegar a comer los 3 días seguidos, dos de ellos casi a las 6 de la tarde. Después… calor en la lumbre de la casa rural, o la del refugio en la que tu hornillo nos calentó aquella sopa. Tampoco olvido la del bar donde los Pellets  y el pincho de Tortilla+el Colacao nos recuperaron…ni la subida en la que coronando se me metió la niebla y la nieve y tu silueta a lo lejos hizo que no abandonara.  Miles de pasos juntos en 3 días que sumaron si bien vengo a recordar casi o rozando los 90km. ¡¡Gracias Javi!!
Dos o tres Sansilvestres y las medias maratones del plan Bici+trote.  Miro atrás y… tuve dudas…no pensé que llegara.  Chuchí de fondo, siempre estaba ahí…Maki, eres un Maki y no te queremos nada (y… lo sabes) J¡¡Gracias!! Tu recuerdo junto a mí en el Aravalle hizo que no abandonara en mi momento en el Agua. La vocecilla de Javi, me repetía internamente, esos momentos los tenemos todos, vamos Bea. El rasto de Rubén delante y Davi en la Orilla…tenía que seguir.

Tenía que seguir para ver a Rubén sentado en un banco esperando por mi… no tiene precio.
Tenía que seguir porque Javito dice que soy una Hurona.
Tenía que seguir porque Davi ha luchado tanto como yo en el agua y fuera de ella.
Tenía que terminar para no darle la razón al Ego y luchar como un jabato, como hace el Maki diariamente en su matadero.

Este cruce de meta…lo hicimos juntos. Si algo he aprendido es que en este deporte tan individual, solo se cruza la meta si tienes ayuda y yo…he tenido la mejor. Crucé Gracias a vosotros y a vuestro tiempo, a vuestros ánimos y atención hacia mí. Si algo creo que debe enseñar esto, es a ser más humilde, no creo que muchos…lo consigan solos.

CRÓNICA DEL FIN DE SEMANA EN L’AMPOLLA Y DEL DÍA DE LA PRUEBA.
Que chulo fue compartir viaje, camping y prueba con Berna y Rubén. Nos pusimos el traje de luces para compartir cartel y ver amanecer en el agua, pero eso…sólo lo hice yo, porque salí la penúltima. J
Laaaaaaaaaaaaaaaaaaaarga se me hizo la primera vuelta entre las boyas, ya que entre los “meneos” que me metieron y el traqueteo del agua,  exigió de mí, dar lo mejor que tenía. Eso sí, a  mi ritmo…

De la bici recuerdo encontrarme en cada vuelta a Rubén y Berna  y llevar un bote de regalo a Davi. La película me la monté contándome que a cada vez que pasara por delante, tenía que llevarle un regalo a Davi (botes de bici que me daban en el avituallamiento) y que había a 30km de distancia (desde Béjar…por ejemplo).
Del trote lo que más recuerdo es el dolor de la rodilla, desde el kilómetro 1. Aguanté sin escucharlo demasiado, hasta el 30 pero los 12 siguientes pidió paso y… ¡a ver quién la callaba ya!.

Me quedo con la salida del agua orgullosa de mi misma y con una intención clara. Una vez más, yo sola…no hubiese podido.
Me quedo con cada encuentro en las  vueltas de la bici en las que ver a Rubén y a Berna me animaba a seguir.

Me quedo con la compañía de Davi en los últimos 5km y con Rubén sentado en un banco en un parque junto a la meta. No creo que olvide esa imagen nunca. (¡¡¡Que Calambres tenía el pobre…!!!!) J Aun me da la risa… J
Me quedo con las manos de Davi y Rubén cogidas de mi al cruzar el final de este reto.

 Me quedo con el viaje, con el camping, con las conversaciones compartidas…Me quedo con el paseo junto al mar, los 4 la noche de antes. Me quedo con los espaguetis y la tortilla de patata. Me quedo con la búsqueda de los quesitos en el maletero muerta de hambre y con el bocadillo Domenech…

Me quedo con muchas cosas que me llenan. Gracias Davi, Berna y Rubén por un genial fin de semana.